martes, 28 de enero de 2014

"Mamá quiero una mascota"

Los niños sueñan en algún momento, con tener una macota que los espere al llegar del colegio, para jugar correr por el jardín a quien consentir y quien los consienta. En realidad una mascota es un aliado de travesuras  que los quiere sin condiciones


Hay algunos animales recomendables para una casa de chicos, y hay otros que no lo son. Para el niño, su mascota será una mezcla de juguete y de amigo, por lo tanto, lo molestará, lo peleará, lo dejará por algo que le interese más en determinado momento, le prestará y dejará de prestarle sus juguetes. Habrá que pensar en un animal que pueda tolerar tanto el cariño como la energía y la inquietud de un niño.

Cuando los niños todavía son pequeños, serán sólo parcialmente responsables de su mascota. Podrán alimentarla, brindarle su afecto, aprender a respetarla y a quererla. Sin embargo, van a necesitar la ayuda de sus padres para cuidarla realmente bien. Por eso, antes de decir que sí, pensemos qué tipo de cuidados estaremos dispuestos o capacitados para dar a este animal.

¿Qué espacio disponemos para la mascota?, ¿la sacaremos a pasear?, ¿quién se ocupará de comprarle comida?, ¿qué sucederá durante las vacaciones?, ¿quiénes entrarán en contacto con ella? Conversemos estas cuestiones en familia y, a la par, informémonos a fondo de las características de la mascota y de todos los cuidados básicos que pueda requerir. Consultar al veterinario, o a alguien que tenga el mismo animal, nos será de gran ayuda.

Cada especie tiene una esperanza de vida distinta, esto también nos será útil al proyectar el tiempo en que estará entre nosotros y cómo será el desarrollo de nuestra familia durante ese período. También sabremos si tendremos que afrontar en breve el tema de la muerte con los chiquitos, o podremos acompañar el envejecimiento del animal a medida que la familia vaya creciendo.


Las mascotas colaboran en el desarrollo de la capacidad afectiva y de comunicación en los niños. Muchas veces, nos sorprendemos viendo cómo ellos comparten secretos, tristezas y, también, alegrías con su animal
En esta convivencia, adquieren seguridades, aprenden a relacionarse con otros, a aceptar diferencias, a amar la vida y la Creación. También podrán intuir, viendo el crecimiento de su mascota, sus propias etapas de desarrollo. Aprenderán a hacerse responsables por otro y podrán valorar a las personas que los cuidan a ellos a través del cariño con el que ellos cuidan a su mascota.

Esta convivencia crea sentido de responsabilidad y promueve la comunicación entre padres e hijos. La inocencia de un niño, su empatía con ese animal, adquiere una dimensión humana que muchas veces nos llena de humanidad a los más grandes. Y sirve como ejemplo, además, para mostrarles que, si por un animal son capaces de tanto cuidado, cuánto respeto y valor nos corresponde expresar por el resto de las personas.




lunes, 20 de enero de 2014

¿Por qué mi gato sale tanto?

Que nuestro gato salga a menudo de casa no significa que no esté a gusto con nosotros. Aunque nos inquiete que desaparezca durante horas o días, tenemos que comprender que en sus orígenes era un animal salvaje y que el instinto no es tan fácil de aplacar.
Estas ansias de salir van en función del carácter de cada gato, algunos serán más propensos a salir y otros no tanto. Las razones por las que los gatos acostumbran a “escaparse” de casa son:
·         Ampliar el territorio: El gato es un animal independiente, curioso y territorial, al que si se le brinda oportunidad, saldrá a explorar nuevos horizontes. Puede ser que quiera ampliar su territorio o simplemente tantear el terreno que lo rodea.

·         La actividad sexual: Los felinos tienen una vida sexual muy activa, siendo desde febrero hasta octubre el período de más apogeo. Los celos de las gatas se siguen a un ritmo frenético, de no fecundarse pueden volver a tener el celo cada ocho o quince días. Si el gato no ve cubiertas sus necesidades en nuestro hogar, intentará salir al exterior a satisfacer sus deseos.
·         El instinto cazador: El gato, aunque viva en la ciudad y tenga un plato de comida cada día, no puede evitar sentir ese instinto que lo empuja a cazar. Puede que perseguir ratoncitos le distraiga de una vida rutinaria o le acabe de dar ese alimento que le falta.

Peligros para el gato que vagabundea
Para los que vivimos en la ciudad, es normal que nos preocupe que nuestro gato salga al exterior. Las calles están llenas de peligros y puede que el gato:
·         Sea atropellado.
·         Se pelee con otros gatos y salga escarmentado.
·         Sea envenenado.
·  Mantenga relaciones y le contagien alguna enfermedad, como la leucemia felina o el virus de la inmunodeficiencia felina.

Precauciones y posibles soluciones a las escapadas del gato
Para que el gato no pase más horas fuera que dentro de casa, los dueños podemos propiciarle un entorno que le ayude a no pensar tanto en lo que hay en el exterior.
·    Respetar su instinto territorial: Un gato de interior aprecia mucho su espacio y el confort. Si le propiciamos un sitio con diversas zonas de entretenimiento  (donde pueda trepar, jugar y arañar) y una cama cómoda, por lo general preferirá quedarse en casa que escaparse por ahí.

·   Satisfacer sus necesidades: En el exterior, un gato puede hacer todo el ejercicio que quiera y saciar su espíritu curioso y su instinto cazador. Un gato que no goce de estímulos o actividad es normal que acabe frustrado, aburrido y que empiece a hacer estropicios por la casa para desahogarse, como por ejemplo, arañar los muebles. La falta de ejercicio también puede propiciar que el gato engorde y acabe padeciendo obesidad. Para que no ocurra nada de esto, tenemos que dedicarle a nuestro gato una buena parte del tiempo que estemos en casa, jugando con él y proporcionándole diversos tipos de juguetes.

·   Regular las comidas: Administrando la comida a horarios fijos por la mañana y por la noche, es muy probable que cuando llegue la hora de comer el gato no ronde lejos de casa.

·     Castración y Esterilización: En épocas de celo, un gato que no está castrado se muestra muy insistente para que el dueño lo deje salir a la calle. A parte, los machos dejan restos de orín de un olor muy fuerte y las hembras maúllan de forma constante y muy escandalosa. La única forma de erradicar estas conductas es castrar al animal.

A pesar de todas estas posibles soluciones y prevenciones, el instinto felino es muy fuerte y si queremos que nuestro gato no salga nunca de casa, la mejor solución es castrarlo.



lunes, 13 de enero de 2014

Cómo ayudar a nuestra mascota en caso de urgencia

Aunque no queremos llamar al mal tiempo y esperamos que nunca tengamos que utilizar lo que a continuación nos disponemos a comentar, es importante que sepamos cómo reaccionar ante cualquier imprevisto, ya sea una quemadura o una pata rota, un simple rasguño o una pequeña herida.

Por supuesto, lo que hay que hacer ante cualquier problema es acudir al veterinario más cercano; conviene tener su número de teléfono siempre a mano, y hacer uso de él a la mínima que sea necesario. Pero creemos que también es útil tener conocimientos básicos de primeros auxilios para poder socorrer a nuestro perro en caso de accidente.


Así pues, lo primero que hace falta saber es que ante una situación de emergencia es muy importante mantener la calma. Los perros detectan nuestro estado de ánimo y si estamos inquietos haremos que él esté más inquieto e inseguro todavía. Por ello, nuestro lenguaje corporal es muy importante a la hora de calmar al animal. Nos tenemos que comportar con total serenidad e intentar actuar con tranquilidad hasta que consigamos llevar al perro a nuestro centro veterinario.

A continuación damos algunos consejos a seguir en caso de accidente:
Picaduras de insectos
Cuando un insecto pica a nuestra mascota, ésta puede sufrir diversas reacciones. Si no se le inflama el morro o la garganta (en cuyo caso sólo se puede acudir al veterinario lo más rápido posible, antes de que le pasen factura las dificultades respiratorias resultantes), se le puede aliviar refrescando la zona de la picadura con una gasa (o similar) fría. Si se trata de una garrapata, antes de hacer nada hay que comprobar su tamaño: si aún no es demasiado grande (lo que implica que su presencia es muy reciente), se puede arrancar con determinación para eliminarla completamente, aplicando alcohol (o aceite, en su defecto) en la zona y constatando que el parásito ha sido extraído del cuerpo del animal en su totalidad. Si por el contrario el tamaño ya es considerable, resultará bastante más complicado no dejar ningún rastro del bicho, por lo que conviene que se encargue de ello un profesional.

Accidentes de tráfico
Un accidente de tráfico, con independencia de su gravedad, requiere la revisión inmediata de un veterinario. Para transportarlo hasta allí, primero se debe analizar el estado en que se encuentra el animal. ¿Respira? ¿Tiene dificultades para ello? (en caso afirmativo, se le deben extraer todos aquellos elementos en la lengua que imposibiliten la circulación del aire) ¿Está consciente? ¿Se mantiene en pie? Es posible que, además, el impacto le haga entrar en un estado de shock, por lo que habrá que ir con sumo cuidado para no empeorar la situación. Si el perro lo permite, antes de moverle podremos tratar de curarle lo más inmediato, aplicando presión en las heridas más sangrantes, tratando de detener hemorragias, inmovilizando extremidades rotas, etcétera. Para trasladarlo, tendremos que obrar con sumo cuidado para moverle lo menos posible. Es preferible usar una superficie plana, o una manta (o similar) en su defecto, salvo si creemos que puede haber sufrido daños internos: en ese caso, será el propio veterinario quien tendrá que acudir al lugar.

Quemaduras
Hay cuatro niveles de quemaduras a las que puede verse sometido un perro, aunque la gran mayoría de ellas suele deberse a los mismos detonantes, a saber: el contacto con agua caliente, aceite hirviendo o productos químicos, o el hecho de morder cables eléctricos. Las quemaduras superficiales sólo afectan a la piel, y aunque pueden ser muy molestas para el animal (formación de ampollas, inflamación…) se puede tratar limpiando primero la zona con agua caliente, aplicándole alguna solución tópica y tapándola después con una gasa para que no la toquen los insectos. Si la piel del área afectada está inflamada y se aprecia líquido subcutáneo, la quemadura es de espesor parcial y es más dolorosa para el perro. Se debe acudir al veterinario para que decida el mejor tratamiento a seguir. Igual que en el caso de espesor total, en que el pelo se suele caer y verse reemplazado por una costra blanca que puede requerir incluso injertos. Un cuarto nivel de quemadura (profunda) afectaría a hueso y músculo.

Convulsiones
Ante un caso de convulsiones (se dan cuando el perro saliva copiosamente y cae al suelo de lado, haciendo movimientos espasmódicos), hay que apartar cualquier objeto contra el que pudiera golpearse el animal, cubrirle con una manta y evitar todo estímulo audiovisual que pudiera empeorar su condición (dejar la habitación a oscuras y en silencio). Y por supuesto, hacérselo saber al veterinario. Es posible que durante el ataque reaccione con violencia, por lo que lo mejor es dejar que se recupere sin tocarlo.

Golpe de calor
Si la mascota pasa demasiado tiempo al sol en verano, o permanece varias horas en el interior de un coche, es probable que acabe sufriendo un golpe de calor, ante lo que hay que actuar con rapidez dándole más importancia de lo que en principio podría pensarse: se debe hacer que elperro respire aire fresco, darle agua en abundancia, y refrescarle con trapos húmedos (¡sin llegar a cubrir nunca su cuerpo con ellos!), un ventilador o mediante un baño con agua fresca, no muy fría. Y en cuanto sea posible, llevarlo a un veterinario.

Asfixia
Los perros están muy expuestos a ahogarse por la ingestión de huesos, palos, pelotas, canicas o similar. Puede darse el caso de que esta clase de objetos atasquen las vías respiratorias del animal, en cuyo caso lo primero que hay que hacer es tirar de su lengua para facilitar el paso del aire y tratar de extraerlos bien con las manos, bien con unas pinzas; si no fuera posible, dejarlo en manos de un veterinario. También podría asfixiarse por un exceso de mucosidad, en cuyo caso sería necesario recurrir a una bomba de aspiración para bebés para sacarla. Finalmente, si el perro cae al agua y deja de respirar, se le deberá levantar por las patas traseras de manera que su cuerpo expulse todo el líquido que pueda haberle entrado en los pulmones, realizar masajes cardíacos a ambos lados del tórax, y transmitirle aire a través de una mano cerrada en forma de puño a sus orificios nasales, mientras que con la se mantiene la boca del animal firmemente cerrada.

Envenenamiento
Entre los posibles despistes de sus dueños y la curiosidad innata de los perros, es muy normal que el animal acabe ingiriendo lo que no debe. En casos de intoxicación leve, él mismo suele cuidarse solo (lo más normal es que se purgue), pero hay ocasiones en que eso no baste. Si tu mascota presenta síntomas de envenenamiento, ante todo recoge una muestra de su vómito para que el veterinario la examine y sepa qué medidas emplear al respecto. Por tu parte, si la ingesta ha sido de sustancias corrosivas, no provoques el vómito de tu mascota; en su lugar, dale líquidos para que palien los efectos de la sustancia (y por supuesto, llévala a un profesional). En caso contrario sí que puedes (y debes) hacerlo, insertándole dedos en la boca y presionando su estómago.

Cortes, heridas y mordeduras de otros perros
Es muy habitual que los perros sufran heridas por diversos motivos: pueden rascarse con una zarza, pisar materiales punzantes o cristales rotos, o recibir la mordedura de otro animal. En caso de sufrir un accidente de estas características, hay que limpiar la herida y desinfectarla, eliminando el pelo que pudiera rodearla. Según la gravedad de la misma, se deberán colocar compresas o algún otro tipo de vendaje para protegerla, y si aun así no hay manera de cortar la hemorragia, habrá que llevar a la mascota a un veterinario.

Uñas rotas o arrancadas
Cuando un perro se rompe una uña, le supone toda una tragedia. Le duele, se le infecta, no acaba de cicatrizársele la herida… un calvario mucho más molesto de lo imaginado, contra el que podemos actuar tratando de vendarle la pata afectada para llevarlo al veterinario.

Fractura
Ante una fractura, se debe tocar (sin hacer ningún tipo de presión) la zona afectada para comprobar el nivel de inflamación y dolor; realizar un torniquete en caso de que la ruptura haya afectado a la piel provocando una hemorragia; y tratar de fijar la zona en caso de que no lo haya hecho. Por supuesto, inmediatamente después hay que acudir al especialista más cercano.

Lo más importante es acudir al veterinario. Ten siempre a mano nuestros números telefónicos para ayudarte en estos casos, recuerda que tenemos urgencias 24 horas en nuestras dos sedes: Sede norte: 6671511 y sede sur: 3326070.

martes, 7 de enero de 2014

Rutinas para tu mascota

¿Se han puesto a pensar que pasaría si a un niño de dos años le dieran de comer en diferentes horarios y mandarlo a dormir a diferentes horas? Desastroso, ¿no? Consideremos el dato de que un perro alcanza la inteligencia de un niño de 2 años al cumplir la edad adulta. Tan importante es tener a tu perro con una rutina y un horario específico, como a cualquier niño.

Mantener un orden y una estructura diaria a tu perro, puede significar un mejor comportamiento y obediencia de tu
mascota, ayudándolo a aumentar su grado de inteligencia. Así sabrá distinguir el momento adecuado para salir a caminar, jugar, dormir, comer o simplemente hacerte compañía.

Hay varias formas de establecer una rutina para tu perro, como: 


  • 1.- Sácalo a caminar todos los días a un mismo horario y una ruta, preferentemente en la mañana. Un perro, cuando sale a caminar, saca todas sus energías, respira otro aire y su mundo no se ve limitado a su hogar.

  • 2.- Dale de comer en un horario y lugar específico. Es recomendado que se alimente de 2 a 3 veces por día. También es importante que no tenga comida abierta todo el día, es decir, que no tenga alcance de comer las 24 horas del día. Lo recomendado es darles de comer 10-15 minutos en la mañana y 10-15 minutos en la tarde/noche.

  • 3.- Tener un lugar específico donde guardar sus accesorios. Tu mascota es lo suficientemente inteligente para aprender a distinguir cuando es momento de jugar, o salir a pasear dependiendo de cuando uno agarra su correa o su juguete. Esto sirve para que tu perro no te exija cuando no es momento.
Recordemos que un perro es una excelente compañía. Pero esta compañía puede resultarnos un caos si no logramos educarlo con una estructura. Si logramos lo deseado, podemos sacarle el máximo provecho a nuestro perro.

¡Un perro agradece la disciplina!

Suena fácil pero requiere de tiempo, dedicación y quizás de poca o mucha paciencia. 
¿Qué rutinas estableciste a tu perro?

viernes, 3 de enero de 2014

Razas de perros y sus comportamientos

Las diferentes razas de perros muestran una gran variedad de aspecto y tamaño, hasta el punto de que el perro doméstico es el más diverso de todos los mamíferos. Además, muchas razas han sido seleccionadas para desempeñar funciones concretas, tales como la protección de rebaños, el tiro de trineos, la caza, el pastoreo o simplemente la compañía. Estas funciones se ven favorecidas si los animales muestran determinados rasgos de conducta; por lo tanto, resulta lógico suponer que las diferentes razas de perro, además de la diversidad de aspecto y tamaño a la que nos hemos referido, muestran también diferencias de comportamiento


Durante los años 50 y 60, dos científicos americanos -Scott y Fuller- compararon la conducta de perros de cinco razas distintas criados exactamente en las mismas condiciones. Las razas estudiadas fueron el  Basenji, el Fox Terrier, el  Coker Spaniel, el Beagle y el Pastor de Shetland, Scott y Fuller encontraron diferencias significativas entre las razas para todos los caracteres estudiados y atribuyeron estas diferencias a factores genéticos. Sin embargo, dentro de una misma raza, los científicos encontraron diferencias muy marcadas entre individuos.



Otro estudio más reciente analizó las diferencias entre un total de 56 razas de perros para 13 caracteres de conducta. El estudio se realizó a partir de la puntuación otorgada a cada raza y para cada carácter por un grupo de veterinarios y jueces de exposiciones caninas. El estudio concluyó que el efecto raza era significativo para todos los caracteres y permitió clasificar las razas estudiadas en varios grupos según su comportamiento. No obstante, algunos caracteres resultaron ser más predecibles que otros en función de la raza del animal. Así, por ejemplo y de acuerdo con este estudio, la raza tiene un valor predictivo alto para características tales como la actividad general del animal. Por el contrario, la agresividad de un perro es poco predecible a partir de su raza. Esto es debido a que para determinados caracteres –entre ellos la agresividad- la variabilidad dentro de una misma raza es tan pronunciada que llega a enmascarar las posibles diferencias entre razas.



Es importante tener en cuenta que las diferencias de comportamiento entre razas no tienen por qué ser debidas sólo a factores genéticos, sino que muy probablemente son debidas a una combinación de factores genéticos y ambientales. Por ejemplo, el temperamento de la madre puede modificar el comportamiento posterior del cachorro, de modo que éste se parecerá a su progenitora en mayor medida de la que cabría esperar si actuasen sólo factores genéticos. Además, existe la posibilidad –confirmada por algunos estudios- de que algunas razas sean escogidas preferentemente por un tipo concreto de propietario, que educará a su perro de una determinada manera. Esto hará que los perros de una misma raza se parezcan en su conducta por el hecho de tener propietarios con expectativas y personalidades similares.



En conclusión, la evidencia científica disponible nos permite afirmar que:

  • las razas de perros difieren en muchos aspectos de comportamiento, algunos de ellos de interés práctico
  • algunas características de comportamiento son más predecibles a partir de la raza del perro que otras
  • las diferencias entre razas son debidas a una combinación de factores genéticos y ambientales.