domingo, 9 de noviembre de 2014

Profilaxis para mi mascota

Cuando hablamos de profilaxis nos referimos a una serie de acciones que se realizan para prevenir enfermedades. En este caso en particular hacemos referencia a las acciones que se realizan para prevenir y mantener una dentadura sana y duradera. La profilaxis dental es una serie de procedimientos o acciones que su médico veterinario realiza para prevenir cambios en la dentadura de su mascota provocados por la acumulación del tártaro dental (Sarro).

Hagamos primero un poco de comparación entre la dentadura de nuestras mascotas y la de nosotros. Al igual que nosotros, nuestras mascotas al nacer tienen una dentadura temporal la cual mudan para tener sus dientes definitivos o permanentes. Un cachorro a los 7 meses de vida debe tener su dentadura permanente ya establecida. Otro punto en común es que la nomenclatura de los dientes es la misma. Nuestras mascotas tienen dientes incisivos (los dientes de adelante), colmillos, premolares y  molares. A pesar de nuestros esfuerzos diarios por mantener los dientes limpios, debemos acudir al dentista dos o tres veces por año para realizarnos una limpieza (profilaxis dental); si esto nos ocurre a nosotros, ¿qué podemos esperar para nuestras mascotas que nunca se cepillan?

En la cavidad bucal existe una rica flora bacteriana permanente que, por más que se limpie o se lave la boca, no se puede eliminar y son estas bacterias y los restos de comida los responsables de los cambios ocurridos en la dentadura. Estos dos ingredientes, junto con la saliva, son los que forman el sarro o  tártaro dental. 

El tártaro dental comienza a formarse en la línea de la encía y se observa de color marrón debajo de ella.
Con la formación del tártaro dental la encía se inflama, se  enrojece y  puede haber sangrado de las encías al ser tocadas; esto es lo que se llama gingivitis. Uno de los síntomas más característicos de esta enfermedad,  y del cual los dueños de mascotas se quejan tanto, es la halitosis (mal aliento), ésta se produce por la acción bacteriana sobre los restos de comida.

La gingivitis es reversible con una limpieza dental adecuada, pero si no se trata puede culminar en una periodontitis (pérdida del soporte dental). La dentadura es una zona bastante sensible y la acumulación de bacterias puede pasar a la sangre a través de los dientes provocando septicemias, pérdida de los dientes, fístulas dentales, dolor al ingerir los alimentos, osteomielitis (infección ósea), entre otras. 

Prevención:

El principio básico es no dejar desarrollar la gingivitis. Esto se logra con un cepillado diario y mediante limpiezas dentales profundas, las cuales se realizan con el paciente bajo sedación. Se realiza con un equipo de ultrasonido que transmite movimientos de alta velocidad a una pieza. Estas vibraciones de alta velocidad, junto con agua, producen una limpieza mecánica que elimina en su totalidad el sarro dental y gran parte de las poblaciones de bacterias existentes. Este procedimiento se debe realizar dos a tres veces al año. Pídele a tu veterinario que le revise la boca a tu mascota y él te indicará cuando realizar la limpieza.

La acumulación del sarro dental es más común en razas pequeñas y  puede aumentar dependiendo de la alimentación; una alimentación a base de comidas húmedas como las de latas, o comidas caseras, se acumula más fácilmente entre los dientes.  Por eso se recomiendan comidas secas y destinadas para el tamaño de su mascota. También se pueden  comprar juguetes que ayuden a la eliminación del sarro, éstos ayudan porque al ser mordidos frotan los dientes y les ayudan con su limpieza, un ejemplo son los juguetes de soga.

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