martes, 26 de noviembre de 2013

Comportamiento inadecuado de su mascota


A menudo los propietarios de mascotas se preguntan con frecuencia qué está pasando por la mente de éstas y es que algunas veces nos desconciertan con sus actitudes. Con frecuencia lo primero que tratamos de hacer para solucionar el problema de nuestro perro o gato es preguntarle a un amigo o vecino; seguramente hemos visto en la televisión una situación similar, sin embargo, muchos de sus consejos no se pueden aplicar al caso particular de nuestra mascota, y es entonces cuando necesitamos ayuda profesional que nos guíe para poder llevar de la mejor forma el problema.

Problemas de conducta a los que debemos prestar atención, ya que muchas veces pasamos por alto ciertas “señales” que nuestro amigo nos muestra en el día a día. Algunas veces habrás notado conductas en tu perro que te desconciertan, por ejemplo cuando vas a salir de casa y no entiendes por qué te sigue de un lado a otro, llora, ladra, etc; pero aún más te preocupa el hecho de regresar a casa y encontrar "pis y caca" por diferentes lugares, o cosas destrozadas que te indican que tu perro no lo ha pasado nada bien solo. En estos casos debes tener en cuenta que los síntomas corresponden a un trastorno de conducta conocido como ansiedad por serparación y, no es cuestión de alarmarse, simplemente hay que buscar ayuda especializada, para así poder manejar la situación y hacer ver a tu mascota que no es tan malo estar “solo”.
También hay que estar atento a conductas como:ladridos excesivos, lamidos de patas, temblores musculares, salivación, aumento o disminución excesiva del apetito, apatía o hiperactividad, persecución de la cola, fobias repentinas a objetos o sonidos, agresividades hacia los miembros de la familia o a otras personas; pues muchos de estos síntomas pueden estar acompañando a un trastorno de conducta. A diferencia de lo que la mayoría de la gente cree, hay que recordar que el castigo físico no interrumpe aquella conducta problemática, sino que, al contario, termina empeorando la situación hasta tal punto que se pueden incrementar estados de ansiedad que complican aún más el bienestar psíquico de tu perro. Otras veces es importante tener en cuenta que dichos trastornos conductuales derivan de un problema a nivel orgánico, esto se debe a que un sinfín de enfermedades pueden producir cambios en la conducta.
En los gatos la situación es similar, siempre se ha pensado que los felinos son animales independientes y por
eso no necesitan cuidados; sin embargo, hay situaciones que para ellos pueden tornarse verdaderamente “insoportables”. Es muy frecuente preguntarnos por qué  un gato o una gata castrados se orinan o defecan por diferentes lugares del hogar. Se ha tendido a entender esta conducta como algo territorial y muchas veces pasamos por alto que cualquier cambio que exista en horarios de la familia, o en el domicilio, o simplemente una inadecuada limpieza o higiene de su bandeja de arena puede hacer que nuestro gato se sienta incómodo y manifieste su ansiedad eliminando en diferentes zonas de la casa. Otras veces, es frecuente encontrar comportamientos predatorios, es decir, se lanzan a tus tobillos como si fueras su presa; también podemos hablar de diferentes tipos de agresividades que hacen que tu gato tenga comportamientos que para ti son inusuales y muchas veces no encuentras el motivo por el que están sucediendo.
Los trastornos mencionados pueden interferir en la relación que llevas con tu mascota y es fundamental poner en práctica estrategias terapéuticas que te permitan tener un mayor control frente a la presentación de estas situaciones; es por eso que un buen asesoramiento puede redirigir dichas conductas de la manera adecuada.
Hemos expuesto las conductas más frecuentes que suelen ser motivo de consulta, pero hay muchas otras importantes a tratar y no dejar pasar por alto. Si ves alguna conducta extraña o que interfiera en la relación con tu fiel amigo, no dudes en contactar a un experto.

martes, 19 de noviembre de 2013

Sobrepeso en Mascotas

Podría decirse que los perros y gatos gorditos tienen un estilo de vida que cualquiera puede envidiar, pero en realidad no es saludable. Si tienes alguna mascota con sobrepeso, ten en cuenta estos consejos para evitar problemas de salud.

Tratamiento para mascotas con sobrepeso
En estos días en que el sobrepeso incide en millones de personas a lo largo del mundo, es frecuente olvidarnos de otros seres que, sin embargo, apreciamos muchísimo: nuestras mascotas. ¿Deberíamos preocuparnos si nuestros perros o gatos cuentan con más kilos de los recomendados? Identifica cómo tratar el sobrepeso de nuestras mascotas.
Cómo saber si tu mascota está “gorda”
En perros y gatos, los principales afectados por problemas de sobrepeso, debes palparles las costillas sin problemas: si no lo puedes hacer y te resulta difícil contar cuantas tiene, probablemente albergue demasiada grasa en esa zona. El abdomen de tu mascota también debe estar firme y plano para descontar problemas de sobrepeso.
Por otro lado, el veterinario te puede proporcionar unas tablas orientativas del peso adecuado de tu mascota, si bien conviene seguir el primer método o directamente consultar al especialista en caso de duda.

Cómo tratar el sobrepeso de tu mascota
Si crees que tu perro o gato padece de sobrepeso, llévalo al veterinario: allí pesarán al animal y evaluarán si existe o no necesidad de seguir un programa específico para perder peso, no trates de hacer adelgazar a tu mascota por ti mismo sin control, porque como nosotros, un perro o gato no puede perder peso de forma rápida o descontrolada.
De cualquier forma, siempre puedes seguir algunos sencillos consejos en casa para tratar de evitar malo hábitos alimenticios. Por ejemplo, si tienes varios animales, ten cuidado con alimentarlos al mismo tiempo (uno puede tomar las raciones a los demás) y de no dejarlos todo el día en casa sin realizar ejercicio alguno. En caso de perros, llevarlos de paseo frecuentemente o jugar con ellos en el jardín son actividades con las que quemarán calorías (al igual que nosotros). Si son gatos, estos ejercicios pueden requerir la ayuda de un veterinario, ya que no siempre suelen moverse por diversión.
A la hora de la comida, tampoco conviene ir dando alimentos tales como galletitas o patatas fritas a nuestros animales de compañía.
Por último, conviene llevar una tabla de seguimiento de peso de tus mascotas. Para ello, pésalos cada semana y ve anotando los resultados para observar los cambios que se producen. Si no están dispuestos a subir a la báscula, pésate tú con ellos y resta la diferencia de kilos.
Un animal de compañía con el peso justo nos acompañará durante más años y con mayor vitalidad para jugar y darnos cariño. El sobrepeso u obesidad en animales puede causar enfermedades como diabetes, tensión alta o colesterol, además de aumentar los riesgos en caso de necesitar una anestesia, así como la intolerancia al calor o problemas respiratorios.


lunes, 11 de noviembre de 2013

¿Cómo educar a tu gato?

Los gatos, desde que nacen, tienen cierto conocimiento instintivo, relacionado especialmente con la supervivencia; responden a ciertos estímulos, aún antes de abrir los ojos, así pueden bufar (soplar), chupar para alimentarse, agruparse con sus hermanitos para darse calor, desarrollar los sonidos normales del gato, incluso los gatitos sordos, desarrollar el deseo de curiosear y el sentido común, para distinguir un posible peligro. 

Además de este conocimiento instintivo, los gatos aprenden ciertas habilidades, que forman gran parte de su comportamiento, observando a los gatos mayores; actividades tales como los hábitos de caza son enseñados por la madre. 

Además de estos conocimientos aprendidos de la madre y otros gatos, los gatos también pueden recibir aprendizaje de sus dueños, siempre tomando en cuenta que los gatos aman la comodidad, el calor y la compañía, y que detestan el ruido, el agua y el frío, y además tienen que estar dispuestos a colaborar. 

Para cualquier enseñanza a un gato, debemos tomar en cuenta fundamentalmente que es un felino, y nunca tratar de darle las mismas instrucciones o esperar el mismo comportamiento de un canino. Los gatos se comportarán de acuerdo a su instinto felino, a veces muchos dueños esperan que se comporten de acuerdo a los lineamientos de un perro, y allí encuentran el primer gran problema. Un perro tiene el esquema de manada igual a los lobos, su instinto le dice realizar actividades grupales, completamente distinto al de los solitarios felinos. Y así como nunca esperaríamos que un perro aprendiese a ronronear satisfecho, no podemos esperar que un gato asuma aprendizajes propios de cánidos. 

A veces se pretende enseñar a un gato a ir de paseo sujeto con una correa y collar; los gatos no quieren ser
paseados. Esto es inaceptable para un gato, los gatos adultos no salen juntos, no hacen exploraciones juntos, no hacen nada en conjunto, y por lo tanto no está en su naturaleza ser guiado ni actuar como miembro de un grupo. El comportamiento de un felino es completamente distinto dentro de casa, y fuera de casa.
 

Se les quiere bañar; los gatos odian el agua, y son capaces de mantener su pelaje limpio, sin olor y peinado, con la acción de su lengua especialmente diseñada para eso. Cuantos propietarios de gatos insisten en bañarlos, a pesar de la lucha feroz que realizan, uno para bañarlo, el otro para no ser bañado. 

El gato no es un animal paciente como el perro que soporta resignadamente caprichos y humillaciones a los que a veces los someten los seres humanos. La paciencia del gato, sólo se manifiesta cuando se torna útil, por ejemplo, al acechar una presa, y por eso para educarlo, el proceso de enseñanza nunca debe ser con castigos, con lo cual sólo se logra desconfianza del animal y agresividad; la educación del gato sólo debe manejarse con la persuación del beneficio y el premio, en afecto y alimentos. 

Para educar a un gato de acuerdo a nuestro criterio, debemos hacerlo tomando en cuenta también el criterio de él. Un gato no tratará de hacer nada que le reporte fastidio o disgusto, siempre tratará de hacer lo que le sea beneficioso. Así que debemos acompañar la enseñanza de cosas gratas, y amables. 

Para el éxito de la enseñanza debemos mostrar cariño, paciencia, constancia, autoridad, repetición y premios, pero jamás castigos. Un gato no aprende como un perro, y jamás debe emplearse un tono elevado de voz, lo cual le inspira miedo o agresión, y le aleja de la persona que le trata de esta manera. 

El gato aprende a seguir haciendo cosas que se le enseñan mediante el premio y refuerzo cuando lo hacen, pero no aprenden a dejar de hacer cosas que no se quieren, como rascar muebles, castigándolo por ello. Para esto, hay que recurrir a pequeños trucos que el gato no relacione directamente con el dueño, tales coomo tirarle una pelotita de papel bien apuntada en el momento apropiado, un chorrito de agua o salpicarlo de agua. 

Los gatos pueden ser enseñados perfectamente a atender a su nombre, utilizar el arenero, abrir puertas,utilizar pequeñas puertas para entrar y salir (gateras), esconder comidas, coger cosas al vuelo, y muchas mas. También se les puede enseñar a no hacer ciertas cosas como afilar sus uñas en los muebles, cazar pájaros, etc., prohibiéndoles simplemente con un "No"suave pero enérgico, sin gritos, o un "Shhhh". 
El uso del su arenero, es un aspecto muy importante para el propietario, y esto lo aprende rápidamente el gatito desde muy cachorrito. Para esto se le pone con frecuencia en la caja, e inclusive puede hacer que él escarbe en la arena, ayudándolo nosotros guiando sus patitas. 

Jamás restriegue al gatito con su nariz sobre algún error cometido, pues es probable que entonces él tome ese lugar como servicio permanete. Sólo limpie el sitio muy bien, y felicítelo cuando lo haga en el lugar correcto. 

Enséñele a responder a su nombre, haga que lo relacione con algo bueno: caricias o alguna comida. El gato aprende su nombre en poquísimo tiempo. Para iniciar el aprendizaje de su nombre, llámelo antes de cada comida, de manera que pueda asociar el sonido con el placer de la comida, y además en ese momento acarícielo suavemente. ¿Quién puede negarse a atender rápidamente al llamado por su nombre? 

El gato tiene además una particularidad, que es capaz de "educar" a su dueño para que realice actividades que él desea, tales como abrirle alguna puerta o ventana, darle algo del refrigerador, abrirle un chorro para tomar agua fresca, salir al jardín, cambiar la arena de su arenero, y otras muchas enseñanzas que recibimos los dueños de gatos, y que conocemos perfectamente los que convivimos con ellos. 

lunes, 4 de noviembre de 2013

Consejos prácticos para que su cachorro orine en un sólo lugar

Hay muchas opiniones sobre métodos a emplear. La más popular es la del diario: cada vez que el cachorro hace sus necesidades adentro de la casa, por ejemplo, se le refriega el morro sobre sus deposiciones y se le da un leve golpe con el diario enrollado. 

Pero no es recomendable ya que el animal se enfrentará a una situación conflictiva que generará un estado de ansiedad orgánica, ya que para ellos el tomar contacto con los excrementos es un acto natural. 

Esta situación impedirá el aprendizaje y puede ser el principio de varios trastornos del comportamiento. La clave del éxito está en que el perro aprenda dónde puede orinar y defecar, y para conseguirlo hay que tener en cuenta que se puede terminar con este problema sin actitudes agresivas, pero hacen falta entre dos y cuatro semanas. 

El método propuesto, que se basa en el hecho comprobado de que el perro no hace sus necesidades en la zona cercana a su área de dormir o alimentarse, es el siguiente: esta noche, antes de ir a dormir y después de alimentarlo, dé un paseo con su perro. 

De regreso a su casa, limite su espacio de actividad al lugar donde duerme habitualmente (por ej. con un corral improvisado o encerrándolo en un habitación pequeña). 

Por la mañana programe el despertador media hora antes. Cuando suene el despertador sáquelo inmediatamente y llévelo directamente al lugar donde quiere que haga sus necesidades. 

Es muy importante felicitarlo y premiarlo cuando lo haga las primeras veces. Al regresar, póngalo nuevamente en su lugar. 

A las dos o tres horas hay que repetir la operación, sobre todo después de que se alimente, beba o juegue. 

Siempre lo llevará al mismo sitio y una vez que haya hecho sus necesidades lo premiará. A partir de ese momento puede dejarlo suelto un rato antes de regresar a la casa. 

Es fundamental repetir estos pasos cada dos o tres horas, dependiendo de la edad del cachorro así no será necesario limitar el espacio hasta la noche. 

En los días sucesivos irá aumentando lentamente el tiempo entre las salidas hasta que el perro se acostumbre a hacerlo a intervalos de 6 o 7 horas. 

No debe retarlo ni pegarle si hace sus necesidades antes de que le dé tiempo a salir de la casa. 

Sáquelo de todos modos. Pero lave y desinfecte los lugares donde el perro se hizo. 

Para evitar que lo vuelva a hacer en el mismo sitio, es conveniente limpiar con agua, detergente y rociar agua con vinagre o alcohol. 


Entre 10 y 15 días después de haber comenzado, es el momento en que podrá dejar a su perro dormir suelto.