Que nuestro gato
salga a menudo de casa no significa que no esté a gusto con nosotros. Aunque
nos inquiete que desaparezca durante horas o días, tenemos que comprender que
en sus orígenes era un animal salvaje y que el instinto no es tan fácil de
aplacar.
Estas ansias de
salir van en función del carácter de cada gato, algunos serán más propensos a
salir y otros no tanto. Las razones por las que los gatos acostumbran a
“escaparse” de casa son:
·
Ampliar el territorio: El gato
es un animal independiente, curioso y territorial, al que si se le brinda
oportunidad, saldrá a explorar nuevos horizontes. Puede ser que quiera ampliar
su territorio o simplemente tantear el terreno que lo rodea.
·
La actividad sexual: Los
felinos tienen una vida sexual muy activa, siendo desde febrero hasta octubre
el período de más apogeo. Los celos de las gatas se siguen a un ritmo
frenético, de no fecundarse pueden volver a tener el celo cada ocho o quince
días. Si el gato no ve cubiertas sus necesidades en nuestro hogar, intentará
salir al exterior a satisfacer sus deseos.
·
El instinto cazador: El gato,
aunque viva en la ciudad y tenga un plato de comida cada día, no puede evitar
sentir ese instinto que lo empuja a cazar. Puede que perseguir ratoncitos le
distraiga de una vida rutinaria o le acabe de dar ese alimento que le falta.
Para los que
vivimos en la ciudad, es normal que nos preocupe que nuestro gato salga al
exterior. Las calles están llenas de peligros y puede que el gato:
·
Sea atropellado.
·
Se pelee con otros gatos y salga escarmentado.
·
Sea envenenado.
· Mantenga relaciones y le contagien alguna
enfermedad, como la leucemia felina o el virus de la inmunodeficiencia felina.
Precauciones y posibles soluciones a las escapadas del gato
Para que el gato no
pase más horas fuera que dentro de casa, los dueños podemos propiciarle un
entorno que le ayude a no pensar tanto en lo que hay en el exterior.
· Respetar su instinto territorial: Un gato
de interior aprecia mucho su espacio y el confort. Si le propiciamos un sitio
con diversas zonas de entretenimiento (donde pueda trepar, jugar y
arañar) y una cama cómoda, por lo general preferirá quedarse en casa que
escaparse por ahí.
· Satisfacer sus necesidades: En el
exterior, un gato puede hacer todo el ejercicio que quiera y saciar su espíritu
curioso y su instinto cazador. Un gato que no goce de estímulos o actividad es
normal que acabe frustrado, aburrido y que empiece a hacer estropicios por la
casa para desahogarse, como por ejemplo, arañar los muebles. La falta de
ejercicio también puede propiciar que el gato engorde y acabe padeciendo obesidad.
Para que no ocurra nada de esto, tenemos que dedicarle a nuestro gato una buena
parte del tiempo que estemos en casa, jugando con él y proporcionándole
diversos tipos de juguetes.
· Regular las comidas: Administrando
la comida a horarios fijos por la mañana y por la noche, es muy probable que
cuando llegue la hora de comer el gato no ronde lejos de casa.
· Castración y Esterilización: En épocas de celo, un gato que no está castrado se muestra muy insistente para
que el dueño lo deje salir a la calle. A parte, los machos dejan restos de orín
de un olor muy fuerte y las hembras maúllan de forma constante y muy
escandalosa. La única forma de erradicar estas conductas es castrar al animal.
A pesar de todas estas posibles soluciones y prevenciones, el instinto felino es muy fuerte y si queremos que nuestro gato no salga nunca de casa, la mejor solución es castrarlo.
A pesar de todas estas posibles soluciones y prevenciones, el instinto felino es muy fuerte y si queremos que nuestro gato no salga nunca de casa, la mejor solución es castrarlo.
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