martes, 10 de diciembre de 2013

¿Mascotas como regalos de Navidad?

¿Quién no ha soñado alguna vez, siendo niño, con abrir alguno de los regalos de Navidad y encontrar en su interior un cachorro? Este deseo de la infancia, entendido una vez alcanzada una determinada edad, nos recuerda el desconocimiento acerca de la enorme responsabilidad que acarrea cuidar y mantener un animal de compañía. Hay padres que ceden a la insistencia y terminan comprando lo que, en la mayoría de las ocasiones, es un mero capricho. No hay que tomar a la ligera la concienciación previa que exige el hacerse cargo de lo que, al fin y al cabo, es un ser vivo.


Regalar una mascota implica una profunda reflexión siempre, a lo largo de todo el año, independientemente de la época. Los pequeños de la casa sienten una especial predilección por los animales domésticos. Raro es el niño que no escribe a Papa Noel o a los Reyes Magos expresando su ferviente deseo de tener un perro para convertirlo en su compañero de aventuras.

Demasiado bullicio
Por una parte, hay quien considera estos días muy favorables para abrirle las puertas a un perro o un gato porque es un tiempo en el que las atenciones se multiplican. En principio, la época navideña parece un periodo propicio para aquellas empresas que se dedican a la venta de mascotas, y la verdad que es una época ideal, ya que el nuevo miembro podrá disfrutar de la compañía de toda la familia.

Sin embargo, si analizamos la situación más de cerca, veremos que se trata de unos días en los que abundan las idas y venidas, además de los niveles de ruido, siendo incompatible este bullicio con la tranquilidad que necesita una pequeña mascota. No es el momento más apropiado de incorporar un animal como nuevo miembro al grupo familiar porque es un cambio importante en las costumbres cotidianas de la familia, el animal necesita un periodo de adaptación, sobre todo en los primeros días, y en Navidad no se le podrían prestar tantos cuidados.

No es un juguete
Convencer a nuestros hijos de que no se trata de un simple juguete es un discurso difícil de trasladar a una mente infantil que aún no es capaz de pensar a largo plazo. "Los padres deben evaluar primero si no será ‘algo más’ a lo que no se prestará atención a los pocos días. Generalmente, si es muy deseado por el niño y hace tiempo que lo está pidiendo, suelen responsabilizarse de su mascota", recordando que "un niño no puede hacerse cargo nunca, por más buena voluntad que tenga, de todo lo que  implica un cachorro en casa.

Respecto a las obligaciones, las mascotas pueden ayudar a los niños a asumir responsabilidades de forma gradual: sacarle de paseo, darle de comer, etc. Además, los beneficios de convivir con un animal doméstico han sido más que demostrados: perros, gatos, les permiten disfrutar de su compañía y crecer juntos.

Un análisis previo
Antes de tener que lamentar lo que en un principio hicimos guiados por el cariño, debemos responder
a varias preguntas. Entre ellas, la clase de vivienda en la que habitará al animal, el tiempo disponible para estar con él, el dinero de su mantenimiento y la edad y el carácter del futuro propietario. Las mascotas son un buen regalo siempre y cuando se sepa elegir la adecuada para cada persona y mas aún teniendo en cuenta que va a formar parte de nuestra vida durante muchos años y debemos responsabilizarnos de ella.

Adoptar mejor que comprar
La adopción se vislumbra como una alternativa que cobra peso frente a la compra. Los albergues notan un aumento de peticiones en diciembre, pero son cautelosos y, para evitar las adquisiciones impulsivas, se pone más celo en la selección de los adoptantes, controlando que no sea un capricho de los niños sino una decisión meditada. Una cosa es aprovechar la coyuntura para adoptarlo, porque ya se tenía muy pensado, y otra, querer hacerlo sólo en porque son esas fechas, sin haberlo analizado mucho.


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