viernes, 27 de diciembre de 2013

El Gato y su entorno

El gato es un animal que no ha variado en nada su comportamiento salvaje, aun siendo un animal doméstico. No hace mucho tiempo los gatos vivían con más acceso al aire libre, donde podían hacer su “vida de gato” tal como es. 

Hoy en día la mayoría de los gatos viven en espacios cerrados y muchas veces reducidos, que afectan gravemente a su naturaleza. El gato no va a cambiar sus hábitos, ha conseguido realizar un proceso de adaptación pero tiene unas necesidades mínimas que muchas veces se ven truncadas, y de aquí vienen muchos problemas de comportamiento y por ello muchos abandonos y sacrificios injustos.
Es un animal salvaje, que necesita cazar, o en su defecto simular una caza como un juego, necesita marcar y afilar sus uñas como cuando lo hacen en los árboles, su actividad sigue siendo nocturna y su relación con los humanos puede llegar a ser nula, simplemente de tolerancia mutua.


Necesitamos aprender sus necesidades mínimas para poder adaptar al gato a nuestro hogar y darle la vida que su especie requiere. No podemos pretender que el gato sea un animal silencioso que vive en nuestro hogar y sólo con estar ahí se conforma y no necesita nada. Un gato puede vivir hasta 20 años, y en esos 20, 10 o 15 años nuestra vida va a cambiar mucho, vamos a tener hijos, cambiar de casa, de trabajo, de horarios, de situación económica, incluso puede que de país, y debemos ser conscientes, responsables y consecuentes, y llevar siempre a nuestro gato con nosotros y tenerle en cuenta en todos estos cambios que nos van a suceder.

Hay personas que adoptan un gato porque piensan que hay que dedicarles menos tiempo que a un perro y no es así, hay que dedicarles el mismo tiempo. El perro sale a la calle para hacer sus necesidades, vida social y hacer ejercicio. El gato hace vida social en casa cuando estamos nosotros, aparte de que haya otros animales siempre con ellos, y si se pasa el día solo, cuando lleguemos a casa por la noche cansados de trabajar el gato nos reclamará, necesita jugar, desgastar energía, un poco de compañía, ejercicio, aprendizaje. Si no tenemos tiempo no debemos adoptar ningún animal que necesite tantos cuidados, pero si ya lo tenemos y nuestra vida cambia y el gato ha de pasar solo más horas de lo normal, intentaremos compensarle siempre las horas que nos queden para él. Nuestro gato donde mejor estará es con nosotros, en su casa, y tenemos que saber darle una calidad de vida óptima en cualquier situación.

Imprescindible: Crear el "Lugar seguro"
Al llegar un gato a casa por primera vez sea de la edad que sea, debemos acomodarlo en una única habitación con la puerta cerrada. Para el gato será mucho más fácil adaptarse y será mucho menos estresante para él que si lo dejamos desde el primer momento suelto por la casa, situación en la cual seguramente el gato se esconda en el primer sitio que encuentre, pudiendo pasar días escondido. Para evitar esto, colocaremos todos los elementos imprescindibles que veremos ahora en una habitación poco ruidosa y tranquila, colocando el arenero en una punta de la habitación y la comida y el agua lejos. 

Sus juguetes y lugares de descanso o rascadores también deben estar en esta habitación. Tras unos días, el gato se habrá adaptado a este lugar y si vemos que está tranquilo y con ganas de curiosear, le abriremos la puerta y le dejaremos salir a explorar el resto de la casa. Este lugar de seguridad que hemos creado es muy importante para el gato, pues ante cualquier susto que tenga, siempre sabrá dónde volver para sentirse seguro, será su punto de partida y retorno. De lo contrario, si el gato se asusta, correrá sin rumbo hasta encontrar un lugar a veces inaccesible para nosotros donde esconderse, lo que generará más estrés del gato. El tiempo que pueda estar el gato en el lugar seguro depende de lo asustadizo que sea, hay gatos que necesitarán una semana y otros sólo uno o dos días.
Adaptación del entorno
Antes de la llegada de un gato a nuestro hogar, tenemos que conocer sus necesidades y cómo debemos ambientar nuestra casa para él. El gato conserva sus instintos de reproducción, caza y marcaje, es por ello que debemos tenerlo en cuenta para proporcionar ciertos elementos que sustituyan a los naturales, para evitar que surjan problemas de comportamiento derivados de la falta de actividad o de lugares de marcaje.
ESTERILIZACIÓN
Es recomendable siempre la esterilización del gato, para evitar camadas indeseadas, problemas de salud y de marcaje con orina o heces en nuestro hogar. Como sabemos, hay más gatos abandonados que personas dispuestos a adoptarlos, las protectoras y perreras están llenas de animales todos los días del año. Además, desgraciadamente al vivir el gato con nosotros en un espacio cerrado, hemos tenido que recurrir a la esterilización para evitar que el gato marque con orina y heces nuestra casa, generando olores y suciedad. Viviendo en un entorno cerrado el gato no puede desarrollar su completo comportamiento sexual de forma natural.

lunes, 16 de diciembre de 2013

En Navidad aumentan los riesgos para el perro

La Navidad puede ser blanca, pero también peligrosa para el perro si no se toman las precauciones precisas.
A continuación se describen los riesgos navideños más habituales para los canes y se explica cómo evitarlos.
1. Adornos del árbol de Navidad seguros para animales
El hecho de que toda la familia participe en la colocación de llamativos objetos en un árbol puede ser interpretado por un perro joven, activo o juguetón como una actividad divertida, en la que participar. Esto conlleva un riesgo y es que el perro puede ingerir los adornos de Navidad.
Los adornos de Navidad seguros para perros son irrompibles y carecen de filos cortantes
Los perros, sobre todo si son cachorros, se caracterizan por ser curiosos con los brillantes y coloridos adornos de Navidad. Sin supervisión, no es extraño que el animal aproveche para olisquear los adornos y mordisquear cables o bolas.
¿Cómo evitar los accidentes? Algunos adornos de Navidad pueden tener filos cortantes y, si se rompen, pueden provocar cortes y heridas. Hay que evitar este tipo de decoración navideña, que no solo pondrá en riesgo a los animales, sino también a los niños de la casa.
Otra forma de evitar accidentes es impedir el acceso del perro a la zona donde se encuentra el árbol de Navidad. Para ello, se puede utilizar una malla.
2. Cables y luces festivas
Las luces son uno de los adornos navideños más típicos y presentes en muchos hogares. Sin embargo, son un reclamo peligroso para los perros, ya que precisan electricidad y un mordisco en un cable puede suponer una descarga eléctrica para el perro, que le puede provocar quemaduras.
¿Cómo prevenirlo? La desconexión de los adornos lumínicos cuando el can está solo en casa es la forma de evitar accidentes. También se puede camuflar el cable para evitar que el perro lo mordisquee.
3.  Regalos peligrosos para el can
Ciertos regalos, como los teléfono móviles, suelen llamar la atención de algunos perros, hasta el punto de destrozarlos con sus dientes y tragarse los componentes.
Los casos de perros con piezas de móviles en su estómago comienzan a ser habituales. Por este motivo, en Navidad, al igual que durante el resto del año, conviene no dejarlos al alcance de los perros, ya que les llama mucho la atención.
4. Intoxicaciones alimentarias en Navidad
Las intoxicaciones provocadas por alimentos perjudiciales para la salud del perro, como el cordero o el chocolate, suponen otro peligro navideño. La ingesta de carne y huesos de cordero provoca en el can problemas gastrointestinales. No digiere con facilidad la grasa de esta carne. Por otro lado, uno de los componentes del chocolate, la teobromina, resulta tóxico para el can.

¿Cómo evitar las intoxicaciones del perro? No variar de forma sustancial la dieta del perro durante la
Navidad es una de las claves. Por otro lado, hay que informar al respecto a las visitas. Los niños y el resto de familiares y amigos deben evitar ofrecer al perro dulces u otros alimentos que pongan en riesgo la salud de su mascota.

martes, 10 de diciembre de 2013

¿Mascotas como regalos de Navidad?

¿Quién no ha soñado alguna vez, siendo niño, con abrir alguno de los regalos de Navidad y encontrar en su interior un cachorro? Este deseo de la infancia, entendido una vez alcanzada una determinada edad, nos recuerda el desconocimiento acerca de la enorme responsabilidad que acarrea cuidar y mantener un animal de compañía. Hay padres que ceden a la insistencia y terminan comprando lo que, en la mayoría de las ocasiones, es un mero capricho. No hay que tomar a la ligera la concienciación previa que exige el hacerse cargo de lo que, al fin y al cabo, es un ser vivo.


Regalar una mascota implica una profunda reflexión siempre, a lo largo de todo el año, independientemente de la época. Los pequeños de la casa sienten una especial predilección por los animales domésticos. Raro es el niño que no escribe a Papa Noel o a los Reyes Magos expresando su ferviente deseo de tener un perro para convertirlo en su compañero de aventuras.

Demasiado bullicio
Por una parte, hay quien considera estos días muy favorables para abrirle las puertas a un perro o un gato porque es un tiempo en el que las atenciones se multiplican. En principio, la época navideña parece un periodo propicio para aquellas empresas que se dedican a la venta de mascotas, y la verdad que es una época ideal, ya que el nuevo miembro podrá disfrutar de la compañía de toda la familia.

Sin embargo, si analizamos la situación más de cerca, veremos que se trata de unos días en los que abundan las idas y venidas, además de los niveles de ruido, siendo incompatible este bullicio con la tranquilidad que necesita una pequeña mascota. No es el momento más apropiado de incorporar un animal como nuevo miembro al grupo familiar porque es un cambio importante en las costumbres cotidianas de la familia, el animal necesita un periodo de adaptación, sobre todo en los primeros días, y en Navidad no se le podrían prestar tantos cuidados.

No es un juguete
Convencer a nuestros hijos de que no se trata de un simple juguete es un discurso difícil de trasladar a una mente infantil que aún no es capaz de pensar a largo plazo. "Los padres deben evaluar primero si no será ‘algo más’ a lo que no se prestará atención a los pocos días. Generalmente, si es muy deseado por el niño y hace tiempo que lo está pidiendo, suelen responsabilizarse de su mascota", recordando que "un niño no puede hacerse cargo nunca, por más buena voluntad que tenga, de todo lo que  implica un cachorro en casa.

Respecto a las obligaciones, las mascotas pueden ayudar a los niños a asumir responsabilidades de forma gradual: sacarle de paseo, darle de comer, etc. Además, los beneficios de convivir con un animal doméstico han sido más que demostrados: perros, gatos, les permiten disfrutar de su compañía y crecer juntos.

Un análisis previo
Antes de tener que lamentar lo que en un principio hicimos guiados por el cariño, debemos responder
a varias preguntas. Entre ellas, la clase de vivienda en la que habitará al animal, el tiempo disponible para estar con él, el dinero de su mantenimiento y la edad y el carácter del futuro propietario. Las mascotas son un buen regalo siempre y cuando se sepa elegir la adecuada para cada persona y mas aún teniendo en cuenta que va a formar parte de nuestra vida durante muchos años y debemos responsabilizarnos de ella.

Adoptar mejor que comprar
La adopción se vislumbra como una alternativa que cobra peso frente a la compra. Los albergues notan un aumento de peticiones en diciembre, pero son cautelosos y, para evitar las adquisiciones impulsivas, se pone más celo en la selección de los adoptantes, controlando que no sea un capricho de los niños sino una decisión meditada. Una cosa es aprovechar la coyuntura para adoptarlo, porque ya se tenía muy pensado, y otra, querer hacerlo sólo en porque son esas fechas, sin haberlo analizado mucho.


martes, 3 de diciembre de 2013

Tus Mascotas y los Fuegos Pirotécnicos

Muchos propietarios de perros saben que unos de los momentos más traumáticos que deben pasar sus animales durante el año es el de las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Durante estos días es muy común el uso de pirotecnia en señal de celebración. Sin embargo, lejos de festejar, los animales sufren por los fuertes estruendos. Tal es así que uno de los comportamientos indeseables que más frecuentemente se observan en los perros son aquellos relacionados con el miedo a ruidos fuertes producidos por la pirotecnia utilizada en las fiestas de fin de año.


Si bien todos los animales son sensibles a los ruidos fuertes, los perros son los más afectados debido a su delicado sistema auditivo, cuatro veces más potente que el del ser humano. Durante las mencionadas fiestas, muchos buscan huir desesperadamente, destruyendo todo lo que obstruya su paso, a fin de terminar con la sensación de terror que les embarga, mientras otros buscan refugio en lugares tan insólitos como la despensa o una bañera.

El origen del problema
Resulta de vital importancia saber que todo dueño debe evitar acariciar a su animal y hablarle a fin de explicarle que la situación no es peligrosa. Tanto el tono suave de la voz como las caricias pueden ser entendidas por el perro como un premio o una gratificación por su comportamiento, es decir, por tener miedo. Por supuesto, lo que también debe evitar hacer el dueño es castigar a su animal, ya que esta actitud puede no sólo agravar el comportamiento en cuestión sino también deteriorar el vínculo con el perro.

El temor a los estampidos producidos por la pirotecnia puede ser de origen innato o adquirido. Los perros presentan una tendencia natural a sentir temor ante estímulos intensos y además también son propensos a sufrir el fenómeno conocido como sensibilización, por el cual aprenden a temer a ruidos de muy baja intensidad.

Tal es así que, a medida que pasa el tiempo, los perros sensibilizados presentan reacciones de temor ante estímulos cada vez más débiles o reacciones cada vez más intensas ante el mismo tipo de estímulo. En estos casos, el objetivo es lograr que el perro que padece miedo a los estampidos producidos por la pirotecnia logre superarlo o al menos se acostumbre a tolerarlo.
Afrontando sus miedos
Existe una técnica denominada 'desensibilización sistemática', que consiste en exponer al animal a un estímulo capaz de provocar una reacción de temor a una intensidad tan baja que esta reacción no se produzca y así permitir que ocurra la habituación a ese bajo nivel de estímulo. La intensidad del estímulo puede ser incrementada gradualmente, teniendo la precaución de no provocar una respuesta emocional en el perro.

Si este procedimiento se continúa hasta que el estímulo en cuestión es presentado en su máximo potencial, será posible que la reacción de temor desaparezca por completo. En términos prácticos, se puede utilizar un arma de fuego con balas de fogueo o elementos de pirotecnia, y comenzar a una distancia tal que el sonido emitido llegue a los oídos del perro a una intensidad muy baja, para luego, con el paso de los días, disminuir la distancia de emisión del sonido.

Por último, en los casos de mayor gravedad, será necesario utilizar una medicación adecuada a fin de lograr tranquilizar al animal para después aplicar la desensibilización sistemática. El tratamiento a seguir debe estar en manos de un médico veterinario, quien será el encargado de prescribir la medicación pertinente y de seguir los resultados. Si bien la mayoría de las consultas que reciben los veterinarios con respecto al miedo a los estampidos se concentran entre el 23 y el 31 de diciembre de cada año, lo ideal sería que los propietarios consulten con suficiente antelación como para poder implementar un tratamiento curativo y no sólo paliativo.

Varias recomendaciones
Entre otras medidas, se recomienda colocar a los perros un collar o un simple trozo de tela alrededor de su cuello, con una identificación que lleve nombre, dirección y teléfono de su dueño durante los días anteriores y posteriores a los festejos. También, si la mascota se queda sola en la casa, es aconsejable dejarle en una habitación sin cristales o con las persianas bajadas, con agua, la puerta cerrada y, dentro de lo posible, con música a un volumen que disimule las explosiones.

Consultar con un veterinario la necesidad o no de utilizar sedantes y, en caso necesario, la dosificación correspondiente. Asimismo, advertir que si  la mascota pasa las fiestas en una casa con gente, hay que permitirle al animal que se esconda debajo de algún mueble o lugar donde se sienta seguro para evitar un sufrimiento aún mayor.

Finalmente, es importante tener en cuenta el dicho popular que dice que siempre "es mejor prevenir que curar", y por lo tanto siempre podemos exponer a los cachorros desde edad muy temprana y en situaciones no traumáticas sino placenteras a los estímulos a los que uno desea acostumbrarlos, evitando la aparición futura de comportamientos fóbicos.


martes, 26 de noviembre de 2013

Comportamiento inadecuado de su mascota


A menudo los propietarios de mascotas se preguntan con frecuencia qué está pasando por la mente de éstas y es que algunas veces nos desconciertan con sus actitudes. Con frecuencia lo primero que tratamos de hacer para solucionar el problema de nuestro perro o gato es preguntarle a un amigo o vecino; seguramente hemos visto en la televisión una situación similar, sin embargo, muchos de sus consejos no se pueden aplicar al caso particular de nuestra mascota, y es entonces cuando necesitamos ayuda profesional que nos guíe para poder llevar de la mejor forma el problema.

Problemas de conducta a los que debemos prestar atención, ya que muchas veces pasamos por alto ciertas “señales” que nuestro amigo nos muestra en el día a día. Algunas veces habrás notado conductas en tu perro que te desconciertan, por ejemplo cuando vas a salir de casa y no entiendes por qué te sigue de un lado a otro, llora, ladra, etc; pero aún más te preocupa el hecho de regresar a casa y encontrar "pis y caca" por diferentes lugares, o cosas destrozadas que te indican que tu perro no lo ha pasado nada bien solo. En estos casos debes tener en cuenta que los síntomas corresponden a un trastorno de conducta conocido como ansiedad por serparación y, no es cuestión de alarmarse, simplemente hay que buscar ayuda especializada, para así poder manejar la situación y hacer ver a tu mascota que no es tan malo estar “solo”.
También hay que estar atento a conductas como:ladridos excesivos, lamidos de patas, temblores musculares, salivación, aumento o disminución excesiva del apetito, apatía o hiperactividad, persecución de la cola, fobias repentinas a objetos o sonidos, agresividades hacia los miembros de la familia o a otras personas; pues muchos de estos síntomas pueden estar acompañando a un trastorno de conducta. A diferencia de lo que la mayoría de la gente cree, hay que recordar que el castigo físico no interrumpe aquella conducta problemática, sino que, al contario, termina empeorando la situación hasta tal punto que se pueden incrementar estados de ansiedad que complican aún más el bienestar psíquico de tu perro. Otras veces es importante tener en cuenta que dichos trastornos conductuales derivan de un problema a nivel orgánico, esto se debe a que un sinfín de enfermedades pueden producir cambios en la conducta.
En los gatos la situación es similar, siempre se ha pensado que los felinos son animales independientes y por
eso no necesitan cuidados; sin embargo, hay situaciones que para ellos pueden tornarse verdaderamente “insoportables”. Es muy frecuente preguntarnos por qué  un gato o una gata castrados se orinan o defecan por diferentes lugares del hogar. Se ha tendido a entender esta conducta como algo territorial y muchas veces pasamos por alto que cualquier cambio que exista en horarios de la familia, o en el domicilio, o simplemente una inadecuada limpieza o higiene de su bandeja de arena puede hacer que nuestro gato se sienta incómodo y manifieste su ansiedad eliminando en diferentes zonas de la casa. Otras veces, es frecuente encontrar comportamientos predatorios, es decir, se lanzan a tus tobillos como si fueras su presa; también podemos hablar de diferentes tipos de agresividades que hacen que tu gato tenga comportamientos que para ti son inusuales y muchas veces no encuentras el motivo por el que están sucediendo.
Los trastornos mencionados pueden interferir en la relación que llevas con tu mascota y es fundamental poner en práctica estrategias terapéuticas que te permitan tener un mayor control frente a la presentación de estas situaciones; es por eso que un buen asesoramiento puede redirigir dichas conductas de la manera adecuada.
Hemos expuesto las conductas más frecuentes que suelen ser motivo de consulta, pero hay muchas otras importantes a tratar y no dejar pasar por alto. Si ves alguna conducta extraña o que interfiera en la relación con tu fiel amigo, no dudes en contactar a un experto.

martes, 19 de noviembre de 2013

Sobrepeso en Mascotas

Podría decirse que los perros y gatos gorditos tienen un estilo de vida que cualquiera puede envidiar, pero en realidad no es saludable. Si tienes alguna mascota con sobrepeso, ten en cuenta estos consejos para evitar problemas de salud.

Tratamiento para mascotas con sobrepeso
En estos días en que el sobrepeso incide en millones de personas a lo largo del mundo, es frecuente olvidarnos de otros seres que, sin embargo, apreciamos muchísimo: nuestras mascotas. ¿Deberíamos preocuparnos si nuestros perros o gatos cuentan con más kilos de los recomendados? Identifica cómo tratar el sobrepeso de nuestras mascotas.
Cómo saber si tu mascota está “gorda”
En perros y gatos, los principales afectados por problemas de sobrepeso, debes palparles las costillas sin problemas: si no lo puedes hacer y te resulta difícil contar cuantas tiene, probablemente albergue demasiada grasa en esa zona. El abdomen de tu mascota también debe estar firme y plano para descontar problemas de sobrepeso.
Por otro lado, el veterinario te puede proporcionar unas tablas orientativas del peso adecuado de tu mascota, si bien conviene seguir el primer método o directamente consultar al especialista en caso de duda.

Cómo tratar el sobrepeso de tu mascota
Si crees que tu perro o gato padece de sobrepeso, llévalo al veterinario: allí pesarán al animal y evaluarán si existe o no necesidad de seguir un programa específico para perder peso, no trates de hacer adelgazar a tu mascota por ti mismo sin control, porque como nosotros, un perro o gato no puede perder peso de forma rápida o descontrolada.
De cualquier forma, siempre puedes seguir algunos sencillos consejos en casa para tratar de evitar malo hábitos alimenticios. Por ejemplo, si tienes varios animales, ten cuidado con alimentarlos al mismo tiempo (uno puede tomar las raciones a los demás) y de no dejarlos todo el día en casa sin realizar ejercicio alguno. En caso de perros, llevarlos de paseo frecuentemente o jugar con ellos en el jardín son actividades con las que quemarán calorías (al igual que nosotros). Si son gatos, estos ejercicios pueden requerir la ayuda de un veterinario, ya que no siempre suelen moverse por diversión.
A la hora de la comida, tampoco conviene ir dando alimentos tales como galletitas o patatas fritas a nuestros animales de compañía.
Por último, conviene llevar una tabla de seguimiento de peso de tus mascotas. Para ello, pésalos cada semana y ve anotando los resultados para observar los cambios que se producen. Si no están dispuestos a subir a la báscula, pésate tú con ellos y resta la diferencia de kilos.
Un animal de compañía con el peso justo nos acompañará durante más años y con mayor vitalidad para jugar y darnos cariño. El sobrepeso u obesidad en animales puede causar enfermedades como diabetes, tensión alta o colesterol, además de aumentar los riesgos en caso de necesitar una anestesia, así como la intolerancia al calor o problemas respiratorios.


lunes, 11 de noviembre de 2013

¿Cómo educar a tu gato?

Los gatos, desde que nacen, tienen cierto conocimiento instintivo, relacionado especialmente con la supervivencia; responden a ciertos estímulos, aún antes de abrir los ojos, así pueden bufar (soplar), chupar para alimentarse, agruparse con sus hermanitos para darse calor, desarrollar los sonidos normales del gato, incluso los gatitos sordos, desarrollar el deseo de curiosear y el sentido común, para distinguir un posible peligro. 

Además de este conocimiento instintivo, los gatos aprenden ciertas habilidades, que forman gran parte de su comportamiento, observando a los gatos mayores; actividades tales como los hábitos de caza son enseñados por la madre. 

Además de estos conocimientos aprendidos de la madre y otros gatos, los gatos también pueden recibir aprendizaje de sus dueños, siempre tomando en cuenta que los gatos aman la comodidad, el calor y la compañía, y que detestan el ruido, el agua y el frío, y además tienen que estar dispuestos a colaborar. 

Para cualquier enseñanza a un gato, debemos tomar en cuenta fundamentalmente que es un felino, y nunca tratar de darle las mismas instrucciones o esperar el mismo comportamiento de un canino. Los gatos se comportarán de acuerdo a su instinto felino, a veces muchos dueños esperan que se comporten de acuerdo a los lineamientos de un perro, y allí encuentran el primer gran problema. Un perro tiene el esquema de manada igual a los lobos, su instinto le dice realizar actividades grupales, completamente distinto al de los solitarios felinos. Y así como nunca esperaríamos que un perro aprendiese a ronronear satisfecho, no podemos esperar que un gato asuma aprendizajes propios de cánidos. 

A veces se pretende enseñar a un gato a ir de paseo sujeto con una correa y collar; los gatos no quieren ser
paseados. Esto es inaceptable para un gato, los gatos adultos no salen juntos, no hacen exploraciones juntos, no hacen nada en conjunto, y por lo tanto no está en su naturaleza ser guiado ni actuar como miembro de un grupo. El comportamiento de un felino es completamente distinto dentro de casa, y fuera de casa.
 

Se les quiere bañar; los gatos odian el agua, y son capaces de mantener su pelaje limpio, sin olor y peinado, con la acción de su lengua especialmente diseñada para eso. Cuantos propietarios de gatos insisten en bañarlos, a pesar de la lucha feroz que realizan, uno para bañarlo, el otro para no ser bañado. 

El gato no es un animal paciente como el perro que soporta resignadamente caprichos y humillaciones a los que a veces los someten los seres humanos. La paciencia del gato, sólo se manifiesta cuando se torna útil, por ejemplo, al acechar una presa, y por eso para educarlo, el proceso de enseñanza nunca debe ser con castigos, con lo cual sólo se logra desconfianza del animal y agresividad; la educación del gato sólo debe manejarse con la persuación del beneficio y el premio, en afecto y alimentos. 

Para educar a un gato de acuerdo a nuestro criterio, debemos hacerlo tomando en cuenta también el criterio de él. Un gato no tratará de hacer nada que le reporte fastidio o disgusto, siempre tratará de hacer lo que le sea beneficioso. Así que debemos acompañar la enseñanza de cosas gratas, y amables. 

Para el éxito de la enseñanza debemos mostrar cariño, paciencia, constancia, autoridad, repetición y premios, pero jamás castigos. Un gato no aprende como un perro, y jamás debe emplearse un tono elevado de voz, lo cual le inspira miedo o agresión, y le aleja de la persona que le trata de esta manera. 

El gato aprende a seguir haciendo cosas que se le enseñan mediante el premio y refuerzo cuando lo hacen, pero no aprenden a dejar de hacer cosas que no se quieren, como rascar muebles, castigándolo por ello. Para esto, hay que recurrir a pequeños trucos que el gato no relacione directamente con el dueño, tales coomo tirarle una pelotita de papel bien apuntada en el momento apropiado, un chorrito de agua o salpicarlo de agua. 

Los gatos pueden ser enseñados perfectamente a atender a su nombre, utilizar el arenero, abrir puertas,utilizar pequeñas puertas para entrar y salir (gateras), esconder comidas, coger cosas al vuelo, y muchas mas. También se les puede enseñar a no hacer ciertas cosas como afilar sus uñas en los muebles, cazar pájaros, etc., prohibiéndoles simplemente con un "No"suave pero enérgico, sin gritos, o un "Shhhh". 
El uso del su arenero, es un aspecto muy importante para el propietario, y esto lo aprende rápidamente el gatito desde muy cachorrito. Para esto se le pone con frecuencia en la caja, e inclusive puede hacer que él escarbe en la arena, ayudándolo nosotros guiando sus patitas. 

Jamás restriegue al gatito con su nariz sobre algún error cometido, pues es probable que entonces él tome ese lugar como servicio permanete. Sólo limpie el sitio muy bien, y felicítelo cuando lo haga en el lugar correcto. 

Enséñele a responder a su nombre, haga que lo relacione con algo bueno: caricias o alguna comida. El gato aprende su nombre en poquísimo tiempo. Para iniciar el aprendizaje de su nombre, llámelo antes de cada comida, de manera que pueda asociar el sonido con el placer de la comida, y además en ese momento acarícielo suavemente. ¿Quién puede negarse a atender rápidamente al llamado por su nombre? 

El gato tiene además una particularidad, que es capaz de "educar" a su dueño para que realice actividades que él desea, tales como abrirle alguna puerta o ventana, darle algo del refrigerador, abrirle un chorro para tomar agua fresca, salir al jardín, cambiar la arena de su arenero, y otras muchas enseñanzas que recibimos los dueños de gatos, y que conocemos perfectamente los que convivimos con ellos. 

lunes, 4 de noviembre de 2013

Consejos prácticos para que su cachorro orine en un sólo lugar

Hay muchas opiniones sobre métodos a emplear. La más popular es la del diario: cada vez que el cachorro hace sus necesidades adentro de la casa, por ejemplo, se le refriega el morro sobre sus deposiciones y se le da un leve golpe con el diario enrollado. 

Pero no es recomendable ya que el animal se enfrentará a una situación conflictiva que generará un estado de ansiedad orgánica, ya que para ellos el tomar contacto con los excrementos es un acto natural. 

Esta situación impedirá el aprendizaje y puede ser el principio de varios trastornos del comportamiento. La clave del éxito está en que el perro aprenda dónde puede orinar y defecar, y para conseguirlo hay que tener en cuenta que se puede terminar con este problema sin actitudes agresivas, pero hacen falta entre dos y cuatro semanas. 

El método propuesto, que se basa en el hecho comprobado de que el perro no hace sus necesidades en la zona cercana a su área de dormir o alimentarse, es el siguiente: esta noche, antes de ir a dormir y después de alimentarlo, dé un paseo con su perro. 

De regreso a su casa, limite su espacio de actividad al lugar donde duerme habitualmente (por ej. con un corral improvisado o encerrándolo en un habitación pequeña). 

Por la mañana programe el despertador media hora antes. Cuando suene el despertador sáquelo inmediatamente y llévelo directamente al lugar donde quiere que haga sus necesidades. 

Es muy importante felicitarlo y premiarlo cuando lo haga las primeras veces. Al regresar, póngalo nuevamente en su lugar. 

A las dos o tres horas hay que repetir la operación, sobre todo después de que se alimente, beba o juegue. 

Siempre lo llevará al mismo sitio y una vez que haya hecho sus necesidades lo premiará. A partir de ese momento puede dejarlo suelto un rato antes de regresar a la casa. 

Es fundamental repetir estos pasos cada dos o tres horas, dependiendo de la edad del cachorro así no será necesario limitar el espacio hasta la noche. 

En los días sucesivos irá aumentando lentamente el tiempo entre las salidas hasta que el perro se acostumbre a hacerlo a intervalos de 6 o 7 horas. 

No debe retarlo ni pegarle si hace sus necesidades antes de que le dé tiempo a salir de la casa. 

Sáquelo de todos modos. Pero lave y desinfecte los lugares donde el perro se hizo. 

Para evitar que lo vuelva a hacer en el mismo sitio, es conveniente limpiar con agua, detergente y rociar agua con vinagre o alcohol. 


Entre 10 y 15 días después de haber comenzado, es el momento en que podrá dejar a su perro dormir suelto. 

martes, 29 de octubre de 2013

Alimentación para tu Gato

Los gatos son de las mascotas más comunes que existen hoy en día. Tienden a ser independientes y algunos son muy cariñosos, por lo que representan una muy buena alternativa si es que deseas tener una mascota. Pero también existen riesgos, y la alimentación es uno de esos cuidados que debemos tener con nuestros amigos.
A continuación les presentamos algunos alimentos que pueden ser tóxicos para los gatos. Atención con ellos:
El atún es un caso particular, puesto que existe un tipo para consumo humano, y otro para consumo de gatos. Por lo mismo, hay que evitar darles el atún que nosotros consumimos, puesto que tiene aceites y sodio que puede provocar problemas gástricos.
El café, y cualquier producto que tenga cafeína, pueden provocar problemas cardíacos a los gatos. Asimismo, hay que evitar los chocolates y las bebidas colas.
Los gatos son muy sensibles con las cebollas. Hay que evitar su consumo en cualquier formato: ya sea cruda, cocida o en alimentos envasados. Puede provocar anemia, ya que genera daño a las células de la sangre.
Las salchichas y toda clase de embutidos es preferible no dárselos a los gatos. Contienen altas cantidades de sodio. Al igual que a los humanos, estos alimentos les pueden provocar hipertensión y problemas en el sistema nervioso. Además, las altas cantidades de grasa que contienen también traerían pancreatitis.

Es importante suministrar concentrados balanceados para cada etapa de tu gato y tener en cuenta que existen alimentos medicados para determinadas enfermedades de los mininos.
Por más que sean independientes, los gatos necesitan de algunos cuidados, y la alimentación es, aunque sencilla, muy importante. 
Y tú, ¿qué alimentación le das a tu gato?

martes, 22 de octubre de 2013

Detectar y tratar alergias en su mascota

las alergias, que son reacciones causadas por el sistema inmunitario ante determinadas sustancias, se pueden dividir en los animales en cinco grandes grupos.

1

Picada de la pulga

Es la más común, sobre todo entre los canes, y se evita con un control estricto que incluye aplicación de productos que se comercializan en veterinarias, tiendas de mascotas y en algunos supermercados.

2

Mordeduras o picaduras de otros insectos

Se cuentan las mordeduras de arañas y picaduras de abejas, que también causan reacciones alérgicas alrededor de la mordedura o picadura, por lo general en la cara, con ojos y/o labios inflamados.

3

Dermatitis atópica

Es esta la que se produce con mayor frecuencia durante la primavera, pues incluye la alergia causada por el polen, los ácaros y otros componentes ambientales. El problema con esta alergia es que es imposible controlar la presencia de estos elementos en el aire, por lo que solamente se pueden combatir sus síntomas con fármacos que recomiende el veterinario.

4

Alergia por estrés o depresión

Por lo general se detecta porque el animalito se lame mucho las extremidades anteriores.

5

Alergia alimentaria

Hay mascotas a las que ciertos componentes de su alimento les provocan reacciones alérgicas, como vómitos y diarreas. Y aunque la detección puede no ser fácil, como por ejemplo si en casa hay dos perros y solo uno presenta este tipo de alergia, la única solución real al problema es eliminar ese alimento y cambiarlo por uno que no le cause problemas.

No obstante, hay casos de animalitos alérgicos que presentan una combinación de los tipos mencionados con anterioridad, lo que además de complicar el diagnóstico hace más difícil el tratamiento.

Síntomas

Lo que está claro, en todo caso, es que un animalito alérgico lo continuará siendo el resto de su vida, pero los síntomas podrían ir disminuyendo en la medida que se hace más viejo.
En este sentido, lo más importante es que conozcas todo lo posible respecto del tipo de alergia que lo afecta, contacta a otras personas que tienen animalitos con características similares o investiga en internet. Pero lo más importante, no tomes decisiones sin consultarlo previamente con su veterinario.
También se sabe que no siempre los animales nacen con alergia, sino que la desarrollan cuando su sistema inmunológico sobre reacciona ante un estímulo determinado.
Entre los síntomas más comunes que presentan los animalitos que sufren de algún tipo de alergia, además de las ya mencionadas, están:

- Se rasca de manera compulsiva y permanente

- Se lame o muerde algunas zonas específicas

- Después de los baños muestra irritaciones en la piel.

Si notas cualquiera de ellos en tu regalón no demores en consultar con el veterinario.
Recuerda que actualmente los profesionales poseen mucha más información científica sobre las alergias en perros y gatos, por lo que es más fácil su diagnóstico.

También existen profesionales especialistas en dermatología y médicos veterinarios que practican terapias alternativas, como homeopatía o flores de Bach, que son menos invasivas y otorgan resultados a largo plazo.

Recuerda: Nunca actúes por tu propia iniciativa o por el consejo de algún amigo. Siempre sigue las instrucciones del veterinario.