miércoles, 21 de agosto de 2013

Pulgas y Garrapatas; algunos consejos para cuidar a tu perro

¿Qué sabes sobre pulgas y garrapatas?
Pulgas y garrapatas son parásitos de tipo externo que viven en el exterior del cuerpo de los animales. Suelen utilizar el pelaje del animal para afianzar su hábitat, agarrados entre su pelo o a su piel. Son insectos succionadores que invaden al animal alimentándose de su sangre mediante una picadura, pudiendo permanecer en su cuerpo más de un mes.

¿Las pulgas, cómo afectan a nuestras mascotas?

Empezaremos a notar indicios de que el animal sufre una infestación de pulgas si se rasca más de lo habitual. De todos modos, puede ser que el animal no repita esta conducta ante la presencia de este tipo de parásitos. Es importante tener en cuenta que, aunque nuestro perro no se rasque, puede tener pulgas. 
Las pulgas tienen una saliva anestésica provoca reacciones alérgicas en muchos casos, lo que deriva en picores constantes, irritaciones de la dermis y pérdida de sangre en nuestros perros. Inclusive, las pulgas pueden inducir  anemias, infecciones y transmitir enfermedades de gravedad, destacando la incidencia de la tenia del perro, tenia Dipylidium caninum, un gusano que vive en los intestinos de los animales alimentándose de todo lo que comen y adquiriendo los nutrientes que ingieren.

¿Las garrapatas, qué son y cómo actúan?

Las garrapatas, pequeños parásitos de la familia de las arañas, pueden adherirse a animales o personas alimentándose de su sangre, lo que conlleva la transmisión de enfermedades. Un caso común es la enfermedad de Lyme que se caracteriza por cambios en la piel, inflamación de las articulaciones, fiebre o dolores musculares, entre otros síntomas.

¿Cómo ayudar a proteger a nuestra mascota de forma eficaz?

Deberemos adquirir como hábito la correcta desparasitación de nuestras mascotas cada tres meses, así nos asegurarnos una completa protección frente a parásitos externos en todas las épocas de año.
Se recomienda examinar  a nuestros animales habitualmente y debemos hacerlo con especial ahínco en las épocas muy calurosas. El aumento de la temperatura así como la humedad son factores clave para la proliferación de estos parásitos. Con la llegada del buen tiempo solemos salir más y desplazarnos con nuestra mascota a zonas donde puede estar en contacto con focos de infección: parques con arbustos, matorrales...

Es nuestra responsabilidad atender a nuestra mascota, protegiendo su salud y evitándole molestos inquilinos. 

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